La Rotonda de Camas, que lleva el nombre de los mineros de la cuenca de Huelva que el 18 de julio de 1936, coincidiendo con el alzamiento fascista, se organizaron para transportar dinamita hasta Sevilla, para luchar contra el golpe militar, acogió un acto de homenaje a estos luchadores.
Decenas de personas se dieron cita para recordar a las víctimas del fascismo, hombres y mujeres que dieron su vida defendiendo el legítimo gobierno de la II República española y la democracia real.
En el acto se leyeron poemas del comunista Marcos Ana Macarro, el preso político que más tiempo estuvo en las cárceles franquistas y terminó con una ofrenda floral y el canto de La Internacional.