En Sevilla residen más de 15.000 personas que, en un momento determinado de sus vidas, emigraron al extranjero para trabajar y que, con el tiempo, decidieron regresar a su ciudad. La mayoría de ellos necesita y demanda asesoramiento técnico y jurídico para acceder a los servicios públicos, a la asistencia sanitaria o al sistema nacional de prestaciones. O, simplemente, para homologar sus títulos académicos. Así lo ha puesto de manifiesto el candidato de IU a la Alcaldía de Sevilla, Ismael Sánchez, tras mantener una reunión de trabajo con los directivos de la Asociación Sevillana de Emigrantes y Retornados (ASER), que agrupa a más de 3.500 de estas personas.
Sánchez ha reclamado al Ayuntamiento de Sevilla que asista a este numeroso colectivo a través de ASER y que lo promocione a nivel local, ya que “hay gente que ni siquiera sabe quiénes son los emigrantes retornados”, así como que establezca “mecanismos de interlocución” entre la asociación y los Servicios Sociales Comunitarios municipales, pues en el colectivo hay muchos casos de personas que se encuentran en riesgo de exclusión social o de precariedad que están sometidas a una serie de “vicisitudes y acontecimientos que les dificultan el acceso a los recursos sociales”.
Los emigrantes retornados tienen que enfrentarse a tediosos procedimientos administrativos y burocráticos ante organismos públicos como Hacienda o la Seguridad Social de España, pero también frente a las administraciones de sus países de origen, y muchos de ellos, por su formación o por su edad, no están capacitados, por lo que el candidato de IU ha asegurado que “el Ayuntamiento no puede permanecer ajeno a estos casos”, ya que hay veces que no reclaman las pensiones a las que tienen derecho “por simple desconocimiento”.
Además, ha denunciado que una de las dificultades que se encuentra el emigrante retornado es el acceso inmediato a la pensión no contributiva de jubilación o de invalidez, al no cumplir en muchos casos el requisito de 5 o 10 años de residencia, de los que dos han de ser consecutivos. Por ello, y “en el mejor de los casos, estos ciudadanos han de esperar como mínimo dos años para optar a estas prestaciones”. Y están obligados a una doble imposición que obliga a decenas de miles de emigrantes y retornados españoles a tributar en dos países distintos.
Por otro lado, Ismael Sánchez ha reclamado que se reserve un “cupo específico” en las residencias de mayores para este colectivo, pues la mayoría regresa a Sevilla ya a una edad avanzada y sin familiares directos de referencia que los acojan.
El representante de la formación de izquierdas ha recordado que este colectivo continúa aportando divisas a la ciudad en forma de prestaciones, ya que si se multiplica la cantidad de 600 euros correspondientes a una pensión media mensual de un país extranjero por 15.000 retornados se obtiene la nada despreciable cantidad de 108 millones de euros al año que redundan en Sevilla, sin tener en cuenta la percepción de las pensiones del sistema nacional.
Por último, Sánchez ha saludado la creación del Centro de Interpretación de Emigrantes y Retornados de Andalucía (CIERA), inaugurado recientemente en el Centro de Estudios Andaluces ubicado en la localidad de Coria del Río, una de las reivindicaciones históricas de la Federación Andaluza de Emigrantes y Retornados (FAER). Se trata de un museo de la emigración que muestra la importancia histórica, social y económica que tuvieron los movimientos migratorios de los trabajadores andaluces durante las décadas de 1950, 60 y 70, cuando cientos de miles de andaluces salieron de España en busca de un futuro mejor.