Este domingo, Venezuela volvió a dar una lección de civismo y participación democrática en unas elecciones parlamentarias y regionales que se desarrollaron en un ambiente de absoluta tranquilidad y normalidad. Lejos del relato catastrofista que ciertos sectores insisten en imponer desde fuera, el pueblo venezolano volvió a demostrar que cuando se le llama a las urnas, responde con determinación y esperanza.
Según el Consejo Nacional Electoral, con la totalidad de las mesas escrutadas, la participación se situó en un 42,62%. Aunque algunos podrían considerar esta cifra modesta, conviene recordar que se trata de un país sometido a durísimas sanciones internacionales, una guerra económica persistente y una intensa campaña de deslegitimación de sus instituciones. Aun así, millones de venezolanos y venezolanas salieron a ejercer su derecho al voto, haciendo caso omiso a los llamados irresponsables a la abstención promovidos por sectores de la oposición más extremistas, que una vez más, han fracasado en su intento de sabotear la voluntad popular.
El resultado no deja lugar a dudas: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), integrado en el Gran Polo Patriótico, ha logrado una contundente victoria al obtener el 82,68% de los votos, lo que se traduce en 4.553.484 sufragios. Esta amplia mayoría se ha reflejado también en el mapa regional, donde el PSUV ha ganado en 23 de las 24 gobernaciones del país. El único estado en el que se ha impuesto la oposición ha sido Cojedes, curiosamente el territorio con mayor participación, una afirmación de la democracia y la legitimidad institucional.
Es importante subrayar que estas elecciones no solo renovaban el Parlamento y los gobiernos regionales, sino también la confianza en un modelo democrático que ha resistido ataques, bloqueos y agresiones de todo tipo. La jornada transcurrió como una verdadera fiesta de la democracia, sin incidentes reseñables, con una logística impecable y con una ciudadanía que acudió de forma masiva a defender su derecho a decidir.
Desde aquí, como internacionalistas y como firmes defensores del derecho de los pueblos a decidir su destino, saludamos el ejemplo democrático de Venezuela. Frente a la manipulación y la injerencia, frente a quienes intentan imponer desde fuera recetas de confrontación y exclusión, el pueblo venezolano ha respondido con participación, paz y soberanía.
El futuro de Venezuela lo decide su gente, en las urnas, no en los despachos de Washington ni en los platós de ciertos medios internacionales. Y el mensaje del domingo fue claro: el camino sigue siendo el del voto, la participación y la defensa de una democracia popular profundamente enraizada en su historia y en su realidad.
Resultados Asamblea Nacional
PSUV – Gran Polo Patriótico: 82,68% / 4.553.484 votos
Alianza Democrática: 6,25% / 344.422 votos
Unión y Cambio: 5,18% / 285.501 votos
Fuerza Vecinal 2,57% / 141.566 votos
Otros 3,31% / 182.351 votos