El blog de Ismael Sánchez, donde informarte sobre su actividad y declaraciones

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¿Qué puede deparar una Cumbre CELAC-UE? «Hoy la desorientación estratégica europea no tiene límites»

20 Jul, 2022 | Noticias

Publicación original en Sputnik (censurada en España)

Danay Galletti Hernández

La iniciativa de España y Argentina de realizar en 2023 una cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) resulta, de acuerdo con analistas consultados por Sputnik, un posible relanzamiento de los vínculos birregionales, apagados en los últimos años, y una presumible expansión económica y comercial.

El representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, confirmó el lunes 18 de julio que habrá como primera instancia una reunión en Argentina de los ministros de exteriores de la UE y la CELAC en octubre para preparar la cumbre prevista para fines de 2023, iniciativa del presidente argentino, Alberto Fernández —presidente pro témpore de la CELAC— y su homólogo español, Pedro Sánchez.

Sin embargo, el escenario social y político en este lado del mundo no es el mismo que en 2015, fecha de la última cumbre CELAC-UE, acontecida en Bélgica, pues los procesos electorales de los últimos años colocaron en el poder a Gobiernos con posiciones progresistas y de izquierda o ratificaron revoluciones como las de Nicaragua y Venezuela.

Según el académico cubano Leyder Ernesto Rodríguez Hernández, especialista en relaciones internacionales y doctor en Ciencias Históricas, existen algunos factores determinantes en el alejamiento entre ambas zonas, entre ellos la crisis financiera global de 2008 y su consiguiente impacto económico y el estanco de los procesos de integración.

La posible celebración en #España de una cumbre entre la #UnionEuropea y la #Celac resulta, de acuerdo con analistas entrevistados por #Sputnik, un posible relanzamiento de los vínculos birregionales, apagados en los últimos años, y una presumible expansión económica y comercial.

Por otro lado, los países europeos priorizan más el intercambio con África, especialmente el área del Sahel y Libia; las naciones bañadas por el mar Mediterráneo, el Cáucaso y el Oriente Medio, y apoyan las aventuras geopolíticas y militaristas de Estados Unidos, con el ejemplo más reciente de la guerra de la OTAN contra Rusia, de la cual es un actor protagónico en el envío de armas.

El también vicerrector de Investigación y Posgrado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García (ISRI) insistió en las transformaciones profundas del sistema internacional hacia la multipolaridad y en la influencia en América Latina de mercados como China, Rusia, India, Irán y Turquía.

«Resulta difícil pensar que esta tendencia profunda tenga retroceso o que Pekín pierda terreno frente a nueva estrategia de la UE para recuperar los espacios perdidos. Hoy la desorientación estratégica europea no tiene límites, dejó de ser un factor de equilibrio planetario y tampoco funge como un factor de paz en las relaciones mundiales», opinó.

Alianzas birregionales

El analista español Ismael Sánchez Castillo, diputado en el Parlamento de Andalucía y vocal en la Comisión de Radiotelevisión Pública y sus sociedades filiales, afirmó a Sputnik que el escenario contemporáneo refleja el declive de Estados Unidos como potencia dominante en el orden mundial. De ahí la pertinencia de establecer como bloque alianzas con América Latina y el Caribe.

Si bien el impulso de las relaciones entre ambas zonas geográficas redundaría en progreso económico y comercial, en la práctica los vínculos estimulados por la UE «incluyen un paternalismo que es absolutamente intolerable». No obstante, «compartimos cultura, historia y una visión común sobre la conducción de nuestras sociedades».

Sánchez Castillo aludió a la pertinencia de acuerdos birregionales para el enfrentamiento a los desafíos comunes, frente a potencias como EEUU y desde principios como el reconocimiento y respeto mutuo. Por ello «Europa debe prestar más atención a los lazos trasatlánticos» y mencionó la existencia de algunos proyectos de cooperación, aún insuficientes.

El parlamentario recordó que la UE tiene asociaciones comerciales con 27 de los 33 países de América Latina y el Caribe y valoró la pertinencia de extender los convenios a mecanismos de concertación como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

Entre las principales asociaciones comerciales entre las regiones, el nicaragüense Oscar Borge, abogado, máster en Democracia y Gobierno por la Universidad Autónoma de Madrid y máster en Derecho de las TIC por la Universidad Carlos III de España, señaló los pactos impulsados entre la UE y la Comunidad Andina (Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia); con Centroamérica; los 15 Estados de la Comunidad del Caribe y República Dominicana agrupados en el Cariforum y las negociaciones promovidas actualmente con el Mercosur.

«Ambas áreas representan el 25% del PIB mundial y un tercio de los países integrantes de la ONU. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en su conjunto, es el quinto socio comercial de la Unión Europea y a la inversa la comunidad política de derecho disputa el segundo o tercer puesto», expresó a Sputnik.

Borge, también diplomático en las embajadas de su país en Honduras (2007-2012) y, actualmente, en la sede de España, explicó que en síntesis Latinoamérica exporta alimentos, animales vivos, combustibles, minerales y materias primas y la organización internacional vende a esta zona maquinaria, equipos de transporte y productos químicos.

¿Nuevos métodos colonizadores?

Para Borge, el foro propuesto responde a varios objetivos: en principio España tendrá la presidencia del Consejo Europeo durante el segundo semestre de 2023 y «este país siempre ha intentado ganar influencia y liderazgo entre las naciones situadas entre el Río Bravo y la Patagonia, autonombrándose como interlocutor dentro de la UE».

Sumado a ello, reveló el experto, está el fracaso estrepitoso de la última Cumbre de las Américas, con sede en la ciudad de Los Ángeles en EEUU, durante la cual el anfitrión de manera «ilícita y arbitraria» excluyó a las delegaciones de Nicaragua, Venezuela y Cuba. Esta decisión motivó el rechazo de otros presidentes, que declinaron su asistencia.

La iniciativa de la cumbre UE-CELAC, impulsada junto con Argentina, representa una ventana para alcanzar mayor influencia y fortalecer los intereses económicos del bloque europeo en Latinoamérica, si tenemos en cuenta que de 1990 a 2011, el comercio decreció en más de 10% y aumentó el establecido con China y otros países asiáticos.

Borge apuntó que de forma sistemática la UE y EEUU emplean una «colonización del debate político mediante el financiamiento de organismos no gubernamentales, fundaciones y asociaciones. Y desde una supuesta cooperación, construyen la denominada sociedad civil para penetrar más allá del simple lobby político».

A su juicio, muchos de esos grupos, además de obviar los derechos de las llamadas erróneamente como minorías, intervienen en la planificación de golpes de Estado, conspiran y generan inestabilidad política contra Gobiernos de izquierda y desde las embajadas de Washington se designa a quienes serán elegidos para determinados poderes políticos.

Por su parte, Europa carga el lastre de su propio sesgo colonizador y aún no reconoce el genocidio perpetrado durante la conquista contra las comunidades originarias y los habitantes del continente africano, mientras disfrazan «la expoliación y el saqueo, con su discurso de humanismo e ilustración», indicó.

En este sentido, Rodríguez Hernández aseguró que la UE «es el reino de las transnacionales en busca de altas ganancias y allí han campeado por su respeto las políticas económicas neoliberales», unido al viejo estigma de las metrópolis que «todavía observan a sus antiguas colonias como entidades inferiores sometidas a sus intereses y objetivos».

«Cuando un país del sur global se propone una política enteramente soberana e independiente, comienzan los choques con las potencias occidentales que, en muchos aspectos de la política internacional, no buscan la complementariedad, sino la subordinación, la dependencia y en el mejor de los casos la interdependencia», significó.

Agenda latinoamericana

Rodríguez Hernández, experto en relaciones internacionales, señaló como posibles temas dentro de la agenda latinoamericana la exigencia de respeto a las formas de gobierno y sistemas políticos presentes en esa subregión, sobre todo, ante las frecuentes declaraciones injerencistas pronunciadas contra La Habana, Caracas y Managua.

«En la cumbre de la CELAC, acontecida en 2014 en La Habana, los miembros promulgaron a América Latina y el Caribe como zona de paz. Muchos de los postulados de esa proclama deberían ser analizados y considerados entre los tópicos de ese diálogo futuro, sumado a otros como el cambio climático, las tecnologías digitales y políticas proteccionistas», sentenció.

Para Rodríguez Hernández aún es muy pronto para vaticinar éxitos, si llegará a vías de efecto o cuáles países concurrirán en el foro, pero sí resulta inminente el respeto a la autodeterminación de Cuba, Venezuela y Nicaragua y el cese de las campañas mediáticas destructivas, la difamación contras esas revoluciones asumida por sus voceros y altos representantes y las medidas unilaterales.

Borge añadió que la CELAC tiene como retos la unificación de criterios, el entendimiento y la solidaridad mutua y la exigencia conjunta de no intervención, del abandono de ardides como el reconocimiento de «presidentes» a personas autodenominadas como tal, sin cargo ni elección popular.

«La UE parece que hipotecó su política internacional a las estrategias norteamericanas y eso les limita muchísimo. La única forma de romper el molde y de convertirse en un socio con influencia es desde una mirada internacional propia, que no responda a los intereses de EEUU y su visión del continente como su patio trasero o delantero», concluyó el especialista nicaragüense.

Luego de reservarse el derecho al expansionismo, la anexión de Texas y la guerra con México, a través del Destino Manifiesto, el siglo de dominio estadounidense ha llegado a su fin, señaló el internacionalista Alfredo Jalife-Rahme.

El profesor de la Universidad de Washington Daniel Bessner aseveró en la revista Harper’s que se acabó el siglo estadounidense y su imperio burlesco, destacó el politólogo. Además, recordó que el propietario de revistas Henry Luce, al frente de publicaciones como Life, Time y Fortune, impulsó en 1941 un discurso de mercadotecnia geopolítica que extendía las nociones del Destino Manifiesto y defendía el impulso estadounidense de dominar el mundo.

En contraste, destacó Jalife-Rahme, el profesor Bessner consideró que las tentativas de Washington de dominar el mundo por la fuerza fracasarán.

La política exterior de Washington se define en think tanks, acusó el internacionalista a la luz de Bessner, actualmente fracturados en dos perspectivas, la que llama a que Estados Unidos busque retener su primacía militar en el mundo y la que busca repensar su estrategia de presencia en el extranjero hacia relaciones pacíficas con la comunidad internacional.

Además, Jalife-Rahme consideró que el presidente Biden fue entrampado en el conflicto en Ucrania por su titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, además de la exportavoz de la dependencia Victoria Nuland, en funciones durante el gobierno de Barack Obama, y el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan.

Bessner evaluó que el destino de Estados Unidos, su nueva ruta política, dependerá de los acuerdos entre quienes quieren radicalizar la presencia militar del país en el mundo y quienes buscan revisarla y contenerla.

«Los intervencionistas liberales internacionalistas todavía alucinan que el Siglo Estadounidense puede ser restaurado sometiendo a China, mientras que los ‘prudentes (restrainers)’ entienden que el siglo estadounidense finiquitó», expuso el analista en su columna para La Jornada.

Jalife-Rahme subrayó que el profesor universitario pondera dar lugar del Siglo Estadounidense al Siglo Global, donde Estados Unidos vea reducido su poder y se abra lugar a que cada país se enfoque en resolver problemas que amenazan a todos.

Estados Unidos ha operado con mesianismo su búsqueda de mantener un dominio sobre el mundo, consideró, sin embargo, esa aspiración se encuentra hecha añicos tanto en su política interna como hacia el exterior.