El 25 de noviembre comunicamos en comisión a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible que desde el 11 de febrero estamos esperando a que el gobierno andaluz nos informe de las medidas tomadas para evitar la exposición continuada de los vecinos de la barriada Guadalquivir, de Coria del Río, a disolventes de acción tóxicas como el n-hexano, cuya presencia en el organismo de estas personas fue detectada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Sabemos que la consejería tiene muchísimo trabajo, pero hay cuestiones que no se pueden demorar tanto en responder, y aquí tenemos un ejemplo algo tan grave como esto, que ha tenido que pasar a pregunta oral porque se pasó el plazo para la respuesta escrita, tal y como marca el reglamento. Este tipo de cuestiones no deben ocurrir en cosas tan importantes y tan sensibles como esta, que afecta a nuestros vecinos y vecinas de la localidad de Coria del Río.
El citado informe, fechado el 20 de enero, describe el n-hexano como disolvente orgánico que penetra en el organismo por la vía inhalatoria y llega a la sangre. Detalla este informe que puede provocar lesiones axonales de derivadas de los efectos de dichas sustancias, y que puede llegar a provocar alteraciones sensitivas y motoras en las piernas y en la función muscular, cuadros de arritmia y posibles alteraciones de la espermatogénesis, con una disminución de la fertilidad. Las alarmas saltaron en octubre de 2017. Antes, hubo ya unos 140 vecinos que se vieron afectados y que presentaban síntomas como vómitos, cefaleas, picor en los ojos, de garganta, entre otros síntomas. Nosotros, en enero, tras conocer esta problemática y reunirnos con los vecinos y desplazarnos allí, registramos esta pregunta. Sabemos que luego la Guardia Civil ha realizado mediciones en el interior de varios domicilios de la citada barriada tras nuestra visita allí, detectando la presencia de compuestos orgánicos volátiles derivados de hidrocarburos, así como sulfato de dimetilo, muy tóxico por inhalación. Los agentes del Seprona detectaron igualmente en las proximidades de la gasolinera intervenida la presencia de un vertido de hidrocarburos. Esto fue muy posterior a que le preguntáramos a la consejería sobre esta cuestión.
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburo tipo gasolina, gasoil y aceite, se pudieron producir daños sustanciales en la salud de las personas, tal y como le hemos denunciado. Por ello, le preguntamos a la consejería por qué ha tardado tanto, cuáles han sido los motivos de que durante todo este tiempo no nos haya contestado y hayamos tenido a 140 vecinos y vecinas esperando una contestación.