La VI Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, que está teniendo lugar en estos días, en La Habana, Cuba, es un espacio excepcional para el diálogo global sobre justicia social, equidad y paz. Participar en este foro como ponente ha sido una oportunidad única para compartir la experiencia de Sevilla en la lucha contra el analfabetismo y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el impacto de la educación como herramienta transformadora.
Bajo el título “Educación y Derechos Humanos en el Siglo XXI: El combate al analfabetismo y la incultura a través del programa ‘Yo, Sí Puedo’ en Sevilla”, he presentado el trabajo desarrollado en nuestra ciudad, donde esta metodología cubana ha demostrado ser clave para reducir el analfabetismo absoluto y funcional y promover la cohesión social en barrios vulnerables.
La educación como derecho humano y motor de justicia social
Inspirado por el pensamiento de José Martí, cuya frase «Ser culto es el único modo de ser libre» resuena como una guía, mi intervención destacó la importancia de la alfabetización no solo como una habilidad técnica, sino como un acto de justicia social. En Sevilla, la implementación del programa «Yo, Sí Puedo» ha transformado las vidas de muchas personas, empoderándolas para superar barreras sociales y económicas.
El foro también permitió conectar esta experiencia con un contexto global, subrayando cómo el analfabetismo sigue siendo una barrera que priva a millones de personas de sus derechos más básicos. En un mundo que avanza hacia la digitalización, garantizar el acceso a la educación de calidad es más urgente que nunca.
Resultados y retos del «Yo, Sí Puedo» en Sevilla
El programa, que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla, asociaciones vecinales y organizaciones no gubernamentales, alcanzó cifras destacadas: un 75% de los participantes completaron con éxito el curso, y un 85% de ellos reportaron un aumento significativo en su autoestima y confianza.
Sin embargo, los desafíos no faltaron. Desde barreras lingüísticas y culturales, especialmente de población migrante, hasta la necesidad de garantizar financiación y compromiso político a largo plazo, la experiencia en Sevilla deja lecciones valiosas para replicar este modelo en otros contextos.
Mirando hacia el futuro
Durante mi intervención en el foro, subrayé la importancia de políticas públicas que integren programas de alfabetización en estrategias educativas nacionales y locales. La educación debe ser vista como un derecho fundamental, no como un privilegio. En Sevilla, el impacto positivo de «Yo, Sí Puedo» es la prueba de que la alfabetización puede transformar no solo vidas individuales, sino comunidades enteras.
En el cierre de la conferencia, reafirmé mi compromiso de seguir trabajando por una educación inclusiva y equitativa en Sevilla, mientras aprendemos de las experiencias globales para construir una sociedad más justa y solidaria. Este tipo de foros nos recuerdan que la educación, como soñó Martí, es una herramienta poderosa para equilibrar el mundo.
La experiencia compartida en La Habana ha renovado mi convicción de que, como sociedad, debemos asumir la alfabetización como una prioridad. Porque al enseñar a leer y escribir, también enseñamos a soñar, a luchar y a construir un futuro donde nadie quede atrás.