El Moreno Bonilla candidato repitió hasta la saciedad que acabaría con las agencias y entes instrumentales, ‘administración paralela’ y ‘chiringuitos’ los llamaba.
Luego, siendo presidente matizó y contrató auditorías externas que justificaran despidos masivos. Tampoco lo llevó a cabo.
Y finalmente dijo que a los puestos directivos habría que concursar para acceder a ellos. Como era de esperar, el anuncio se quedó en eso, un anuncio.
Nada ha cambiado.