La crisis sanitaria que estamos viviendo ha provocado también una crisis económica sin parangón en nuestra tierra y ha dejado clara la necesidad de un cambio de modelo productivo, un modelo menos dependiente. Y esto pasa por el desarrollo de la industria agroalimentaria. Pero la elevación del nivel de industrialización debe estar ligada al aprovechamiento de la riqueza endógena. Nuestra capacidad agrícola y ganadera es incuestionable en Andalucía.
Hay que desarrollar una potente industria agroalimentaria y la industria auxiliar que conlleva: tema de abonos, viveros, producción de semillas, la química, fitosanitaria, maquinaria, herramientas, etc. Es fundamental que se instaure un modelo de desarrollo rural que fije la población al territorio y abra las posibilidades de tener un trabajo digno y de calidad y que la juventud que está exiliándose pueda quedarse en la zona donde se crió.
Entendemos que hay que desarrollar una estrategia para fortalecer la agroindustria en Andalucía a través de un plan específico generador de empleo y de valor añadido, de modo que se propicie la evolución desde una agricultura de súper producción, que genera excedente y bajos precios, a otra que desarrolle un modelo económico en el que predomine el sector primario y de calidad, centrada en la producción de alimentos saludables, e incremente la cadena de valor y desarrollo de una industria agroalimentaria que vaya atendiendo cada vez más a la protección de la naturaleza y a la producción en ecológico.