Hay un abuso de la temporalidad en las Administraciones Públicas, ha llegado el momento de pasar de los discursos a los hechos y buscar medidas que garanticen la fijeza y estabilidad de estas personas, porque hablamos de personas, no de plazas.
Miles de trabajadoras y trabajadores, que no pueden verse en la calle, ni seguir en esta incertidumbre en la que llevan tantos años y en definitiva no deben pagar las consecuencias de una situación que no han provocado.