SEVILLA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) –
Unidas Podemos por Andalucía ha denunciado este jueves que la Junta de Andalucía no se haya sumado al programa de inspección del etiquetado de alimentos impulsado recientemente por el Ministerio de Consumo. El diputado autonómico del grupo Adelante Andalucía Ismael Sánchez ha asegurado que se trata de «un desplante al campo andaluz, que es el que más está sufriendo con el fraude en el etiquetado, principalmente de frutas y hortalizas que proceden de Marruecos pero que se etiquetan como productos nacionales».
Según ha señalado en una nota Ismael Sánchez, la Junta de Andalucía «no solo no ejerce sus competencias en materia de trazabilidad y seguimiento del etiquetado, sino que además deja fuera a Andalucía del programa de control impulsado por Consumo».
En este sentido, Unidas Podemos por Andalucía considera «inentendible» esta decisión, cuando «Andalucía es la comunidad más afectada por estas prácticas ilegales y cuando a a la campaña se han sumado la amplía mayoría de comunidades autónomas, independientemente de su color político».
Ismael Sánchez ha recordado además que la mayoría de los tomates que son objeto de un etiquetado falso se producen desde territorios ocupados del Sáhara y son trasladados a Marruecos, vulnerando así la normativa internacional.
Según Unidas Podemos por Andalucía, «este fraude y la consiguiente falta de inspección por parte de la Junta de Andalucía afecta a los consumidores, que no tienen a su disposición la información real sobre los productos, pero también afecta de manera muy importante a nuestra agricultura, ya que estamos perdiendo capacidad de producción en nuestra tierra».
Ismael Sánchez ha pedido a la Junta de Andalucía que «recapacite sobre la decisión adoptada y solicite sumarse a esta campaña puesta en marcha por el Ministerio de Consumo y que ejerza sus competencias en materia de trazabilidad y seguimiento del etiquetado».
En última instancia, el portavoz de UPporA en Agricultura ha insistido en que «se está cometiendo un fraude, principalmente en el etiquetado del tomate que llega de Marruecos a nuestra tierra, y por tanto se trata de una competencia desleal que tiene efectos muy perjudiciales para el campo andaluz y que también es un fraude a los consumidores».