Poco se está haciendo en Andalucía para frenar el cambio climático, el deterioro y despoblamiento del medio rural, poco se está haciendo para favorecer la viabilidad de la agricultura, la ganadería y la pesca y por ende la seguridad alimentaria.
Poco se está haciendo en materia de política forestal y es muy preocupante la poca voluntad por parte del gobierno de la Junta de Andalucía para apostar por un cambio de modelo energético basado en las renovables.
También es preocupante la situación de degradación de los ecosistemas acuáticos y la Junta de Andalucía debería abordar este reto, y esto exige el desarrollo de medidas complejas y costosas.
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